miércoles, 20 de julio de 2011

NEIL DIAMOND


En estos años, la relación del público con la música se ha empobrecido al grado que son vistas como normales la ofensa visual y sonora, el desparpajo de la imagen y una abierta disposición a que el artista famoso o talentoso (una de dos, como dirían Les Luthiers) nos falte el respeto, amparado en supuestas bizarría y libertades expresivas y artísticas que por lo general no son auténticas sino calculadas estrategias para llamar la atención.

En ese sentido se ha perdido el gusto por lo sutil y elegante, que es calificado de inmediato por la "crítica especializada" como demasiado cursi, "fresa" o "zanahoria". Sin embargo hubo una época en que el talento y la innovación no estaban divorciados de la sensibilidad y el buen gusto. A esa época pertenece el cantautor norteamericano Neil Diamond, una de las voces más importantes que ha producido el pop de los EE.UU.

Hace poco me encontré en el cable con una premiación, creo que se trataba de los Billboard Awards de este año. Normalmente ya no veo estos certámenes porque la música pop rock actual (estamos hablando desde luego, de la parte más comercial de la escena musical) carece de elementos atractivos por lo menos para mí. Pero anunciaron un homenaje a Neil Diamond y fue un buen motivo para aguantar a los reyes del hip hop, las princesas del pop producidas en serie y a los grupos pre adolescentes de moda. Y cuando salió a escena una emoción genuina me embargó. Un verdadero popstar hizo vibrar al público con dos clásicos: Sweet Caroline y America.

Neil Diamond forma parte de la historia del rock por derecho propio. Y aunque su nombre no les suene a nada a las nuevas generaciones basta con mencionar que canciones como I'm a believer (famosa actualmente por la versión del grupo Smash Mouth que aparece en la banda sonora de Shrek y que en los 60s fue el éxito que sacó del anonimato a The Monkees, una suerte de Glee en esa época), Girl you'll be a woman soon (popularizada por la banda Urge Overkill en el soundtrack del film bandera de Quentin Tarantino, Pulp fiction) o Red red wine (que es más conocida por la versión reggae que hiciera Ub40 en 1983 para el primer volúmen de su conocida serie de álbumes de covers titulados Labour of love) son todas composiciones suyas. Además artistas tan diversos como Elvis Presley, Deep Purple o Cliff Richard han grabado sus clásicos Sweet Caroline, Kentucky woman y Solitary man respectivamente.

Prácticamente desde que apareció en el panorama musical norteamericano, Neil Diamond conoció el éxito comercial y de crítica, gracias a sus agradables composiciones que se ubicaban entre el country y el soft rock. A partir de mediados de los 70s se hizo conocido por sus baladas, que inundaron las ondas radiales del mundo entero. Inclusive tuvo una aparición estelar en la película The last waltz de The Band junto a otros íconos del rock de la época. Actualmente Neil Diamond es considerado el tercer artista de la categoría "Adulto Contemporáneo" más exitoso de todos los tiempos después de Barbra Streisand y Elton John.

Merecido homenaje el que le hizo la industria actual a este compositor que nos ha regalado inolvidables canciones. Canciones que da mucho gusto escuchar hoy en día en que todo parece de tan poca calidad musical y finalmente, humana.






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