Cuando nos hablan de héroes de la guitarra ("guitar hero" es un término de uso común en la prensa musical anglosajona) los primeros nombres que surgen son Hendrix, Clapton, Page, Santana, Van Halen, Slash y un larguísimo y variopinto etcétera... la lista es extensa y cada uno tiene su lugar bien ganado en esa galería en la que coexisten vivos y muertos, músicos de diversas épocas y estilos que comparten esa pasión por llevar al instrumento de seis cuerdas hasta sus máximos niveles de expresión.
Aunque casi siempre los compiladores suelen coincidir en las características principales de un guitar hero: dominio del instrumento, personalidad y actitud propia, presencia necesaria en el sonido de su grupo, estilo inconfundible, etc. ha habido ocasiones en las que se ha mencionado a personajes como Kurt Cobain (Nirvana) o John Frusciante (Red Hot Chili Peppers) en esas listas honoríficas, sin darse cuenta de que no cumplen con el perfil. Si bien es cierto ser considerado un guitar hero no es algo que persigan conscientemente estos músicos, por sus connotaciones divescas, también es verdad que no cualquiera puede ser incluido en un catálogo como éste, que no baja de las cinco estrellas.
Hoy quisiera referirme a dos verdaderos héroes de la guitarra, frecuentemente olvidados a pesar de las importantes páginas musicales que han dejado escritas en la historia del rock and roll: Terry Kath (1946-1978) y Eddie Hazel (1950-1992). Ambos guitarristas, nacidos en los EE.UU., definieron el sonido de bandas que a estas alturas, pueden ser consideradas sin temor a equivocarnos como pioneras de las posteriores transformaciones y reinvenciones por las que han pasado diversos géneros y sub-géneros del pop-rock mundial: Chicago y Parliament Funkadelic.
GUITARRA DE FORMATO LIBRE: Terry Kath aprendió a tocar de manera autodidacta y desde su adolescencia pulió su estilo en diversos clubes y bares de su natal Chicago. De fraseos rudos y concisos, el toque de Kath llamó la atención del saxofonista/flautista Walter Parazaider, quien lo convocó en 1967 para fundar la banda The Best Thing, junto a sus compañeros del conservatorio James Pankow (trombón) y Lee Loughnane (trompeta). Completaban la banda el baterista Danny Seraphine, el pianista Robert Lamm y el bajista Peter Cetera, todos de intensa actividad en los circuitos musicales de la capital de Illinois. Este ensamble poco habitual - a mediados de los 60s el formato clásico de un grupo de rock era el impuesto por The Beatles, es decir: guitarras-bajo-batería - cambió su nombre a Chicago Transit Authority y posteriormente, debido a las quejas de la institución dedicada al control del tránsito en la ciudad que llevaba la misma denominación, se redujo a Chicago, nombre con el que se hizo famoso por el mundo entero.
La guitarra y la potente voz de barítono de Terry Kath fueron una de las marcas registradas de esta banda, que sorprendió a propios y extraños con su arriesgada combinación de estilos (pop-rock, rhythm & blues, jazz) y de instrumentación (el uso de metales y de tres cantantes). Entre 1969 y 1977 la banda editó 11 LPs, de enorme éxito comercial. Los furibundos solos de Kath recibieron elogios del mismísimo Jimi Hendrix, de quien cuentan se "enamoró" de Terry después de escuchar su composición instrumental Free form guitar, perteneciente al primer álbum de Chicago, llamado simplemente Chicago Transit Authority. En este disco también destaca Liberation, obligatorio tour-de-force para cualquier fanático del rock instrumental, en el cual Kath despliega, a lo largo de sus 14 minutos de duración, las particularidades de su desarrollo guitarrero: solos largos, wah-wahs, efectos y un sentido muy preciso de la improvisación.
La personalidad de Kath era uno de los principales motores de Chicago, por su buen humor y su disposición a explorar nuevas ideas musicales, aunque detrás de ese carácter alegre se escondía un hombre depresivo que se refugiaba en el alcohol, las drogas y su afición por coleccionar armas de fuego. La tarde del 23 de enero de 1978, Kath jugueteaba con una 9mm durante una fiesta en casa de Don Johnson, un roadie del grupo, y con la pistola en la sien apretaba el gatillo una y otra vez, asegurándoles a todos que no estaba cargada. Lamentablemente, sí lo estaba. Terry Kath falleció así, trágicamente, a los 31 años. Aunque la banda cambió de estilo tras la pérdida de uno de sus fundadores, en el recuerdo quedan sus clásicas grabaciones como la mencionada Free form guitar, 25 or 6 to 4, Make me smile, Colour my world o el tema Introduction, que pueden ver y oír en este link de youtube, que muestra a Chicago Transit Authority en vivo en el Japón (año 1972)
UN MAESTRO DEL FUNK DURO: Edward "Eddie" Hazel fue el primer lugarteniente de George Clinton, el célebre Dr. Funkenstein, amo y señor de ese combo alucinante llamado Parliament/Funkadelic que asoló las pistas de baile de los ghettos en las décadas 70s y 80s y que posteriormente, con un Clinton ya agotado y auto-pirateando todas sus ideas, se denominó The P-Funk All Stars. Hazel, nacido en Brooklyn en 1950, vio la transformación de Clinton que pasó de ser el líder de una simple banda de doo-wop llamada The Parliaments a esta especie de gurú del ritmo y del aquelarre armado por las comunidades negras norteamericanas, que llegó a su máxima expresión con ese excepcional álbum de 1976, The Mothership Connection.
La guitarra de Hazel, que combinaba los fraseos del soul clásico, deudores de esa tradición regentada por James Brown "el padrino del soul" con los arranques psicodélicos y eléctricos de Jimi Hendrix domina los tres primeros álbumes de Funkadelic, banda surgida de las cenizas de The Parliaments, que, siempre de la mano de George Clinton, rompió el mito de que los músicos de color sólo podían hacer música suave, romántica o rítmica. Funkadelic, que fue estableciendo las bases para la evolución del funk con cada uno de sus lanzamientos, combinaba esos tres elementos con un sonido crudo, agresivo, casi parecido al hard-rock de grupos como Led Zeppelin o Cactus, cortesía de los arrebatados riffs de Hazel. Así, los discos Funkadelic (1970), Free your mind... and your ass will follow (1970) y Maggot brain (1971) son considerados clásicos, no solo del género funky, sino de toda la década de los 70s.
Precisamente en Maggot brain se encuentra el tema que le dio a Hazel la categoría de guitar hero: un épico lamento de casi 10 minutos, que le da nombre álbum - según el guitarrista, "los gusanos cerebrales" hacían referencia tanto a los efectos del consumo de drogas como a una descripción alegórica del control mental que se ejerce desde el poder - y sacó de la oscuridad a la banda, convirtiéndola desde entonces en una "de culto". El tema es una etérea manifestación de sentimentalismo y sensualidad, propulsada por las múltiples capas de guitarras ensambladas por Hazel en sendas sesiones de grabación, en las que Clinton le pedía que "tocara como si su madre acabara de morir". Lamentablemente, los problemas de Eddie Hazel lo alejaron de una promisoria carrera musical. En 1974 fue apresado por posesión de drogas y agresión y desde su liberación, en 1976, sus apariciones con Parliament/Funkadelic fueron tan solo esporádicas. Luego de grabar un disco como solista de gran factura, titulado Games, dames and guitar thangs (1977) en el que destaca una alucinante versión del tema I want you (she's so heavy) del álbum Abbey road de The Beatles, el sonido de Hazel se perdió en un voluntario exilio musical. El 23 de diciembre de 1992, Hazel falleció de una afección al hígado. Tenía 42 años. Las tristes notas de Maggot brain fueron tocadas durante su funeral. Aquí una versión en vivo junto al guitarrista que lo reemplazaría definitivamente en la banda, Michael Hampton, de un concierto en 1986:
El mundo del rock está repleto de historias y héroes no reconocidos... desde aquí un humilde tributo a estos dos músicos que casi nunca figuran en las habituales "enfermérides" (como diría Sofocleto) de nuestra alicaída prensa musical... Hasta la próxima...