Uno de los artistas más respetados del universo rockero de las últimas dos décadas, Leonard Albert Kravitz (Lenny para sus amigos y fans en todo el mundo) tiene su nombre nuevamente en las noticias por dos hechos aparentemente equidistantes: a) su aparición como imagen ultra fashion de una conocida marca de ropa y b) el inminente lanzamiento al mercado de su noveno álbum titulado Black and white America, grabado entre Los Angeles y las Bahamas bajo el sello Roadrunner Records, subsidiaria de Atlantic Records, empresa discográfica con la cual publica por primera vez luego de un largo contrato con Virgin.
Mientras que lo primero es casi una sorpresa para los seguidores de este talentoso músico neoyorquino, debido a sus implicancias alejadas de los aspectos más rebeldes y poco cosméticos del rock como expresión artística alternativa, lo segundo es una gran noticia pues refuerza la coherencia que Kravitz siempre ha mostrado con cada una de sus producciones.
Cronológicamente hablando, este álbum - que inicialmente se iba a titular The funk album - debió lanzarse en el 2004 pero algunas canciones que compuso en esa época y que no calzaban con la intención del proyecto original dieron forma a Baptism, un disco más rockero que finalmente no tuvo tanta resonancia. En esa época se barajó un segundo título tentativo, más confrontacional que el primero, Negrophiliac, aunque finalmente se optó por una frase menos agresiva pero igual de sugerente. Además, la carátula con la foto de Kravitz de niño, insinúa el tono personal y reivindicador que muestra Black and white America
Por lo que puede escucharse en los avances de Black and white America es, efectivamente, una suerte de homenaje a todos aquellos géneros musicales que siempre han estado presentes en la discografía de Kravitz: soul, funk, R&B y reggae, rock psicodélico y blues. Kravitz no abandona el filo rockero que lo posicionó en los noventas como una de las expresiones más rescatables del alicaído pop-rock norteamericano y con esta producción regresa dispuesto a recuperar el espacio perdido entre su último disco It is time for a love revolution (2008) y su nueva faceta de modelo rodeado de flashes, comerciales sofisticados y comentaristas que se fijaban más en su ropa que en su sonido.
La discografía de Lenny Kravitz puede considerarse, a estas alturas, un sólido cuerpo de trabajo a nivel de propuesta musical. Desde el primer disco Let love rule (1989) dejó en claro cuáles eran sus prioridades e influencias: una revalorización del rock negro norteamericano y una combinación efectiva entre la psicodelia setentera de Sly & The Family Stone con el funk más moderno de Prince. Aunque normalmente Kravitz toca todos los instrumentos en sus grabaciones, cuenta también con la colaboración del guitarrista Craig Ross y la baterista de jazz (y esposa de Carlos Santana) Cindy Blackman, quienes son la base de su banda de apoyo cuando sale de gira.
Escuchemos algunas de las canciones más recordadas de la carrera de Lenny Kravitz, así como el tema adelanto de su último álbum, que oficialmente saldrá al mercado este fin de mes:
Su primer éxito, Let love rule, del álbum homónimo, 1989
Always on the run del álbum Mama said, con Slash - su compañero de clases en la escuela de música de Beverly Hills, 1991
Are you gonna go my way, tema título de su tercer disco, 1993
Again fue el único tema nuevo de su recopilación de éxitos lanzada en 2000
I'll be waiting, de su penúltimo álbum It is time for love revolution, 2008
Avances de Everything, lo nuevo de Lenny Kravitz...
No hay comentarios:
Publicar un comentario